LUIS ALBERTO MEDINA
Universidad
Nacional Mayor de San Marcos
Universidad
Nacional Federico Villarreal
A
pocos días de la revocatoria, las encuestas demuestran dos bloques muy sólidos
(duros) a favor y en contra. Esta situación de incertidumbre nos es
preocupante, sobre todo a quienes nos oponemos rotundamente a este proceso de
revocación que no tiene pies, ni cabeza:
por donde se le vea, es un sinsentido, un
mamarracho que nació acéfalo. Es
un aborto, un engendro de los intereses privados de uno y las aspiraciones
políticas de otros; en suma: oportunismo, canallada política, canibalismo de la
corruptela, clientelismo, emputecimiento de la institucionalidad democrática y harta estupidez por parte que quienes la
promueven y la defienden.
Los
defensores de este acto de revocación sostienen que es un derecho constitucional
basado en la ley de la revocatoria (Ley de los Derechos de Participación
y Control Ciudadanos, Ley N°
26300), en cuyo Artículo 3º se estipula
que “son derechos de control de los
ciudadanos (…) la Revocatoria de Autoridades,
la Remoción de Autoridades; la Demanda de Rendición de Cuentas” y otros mecanismos de control establecidos por
la presente ley para el ámbito de los gobiernos municipales y regionales.
Este
Ley de Revocatoria es un reverendo mamarracho, a la altura de nuestros “insignes”
e “idóneos” congresistas. Tales afirmaciones no deben sorprender, para efectos
de mayor credibilidad bastará con citar la ley de marras:
DERECHOS DE CONTROL CIUDADANO
Artículo 20.- La
Revocatoria es el derecho que tiene la ciudadanía para destituir de sus cargos a a)
Alcaldes y Regidores; b)
Autoridades regionales que provengan de elección popular... ¿y a los congresistas? Nada, ellos son intocables.
Luego
se añade allí, literalmente lo siguiente:
“La
solicitud de revocatoria se refiere a una autoridad en particular, es fundamentada
y no requiere ser probada. El Jurado
Nacional de Elecciones, convoca a consulta, electoral la que se efectúa dentro
de los 90 días siguientes de solicitada formalmente”.
¿Qué
les parece esta “MAGNA” LEY, señores? La solicitud de revocatoria… es
fundamentada y ¡NO NECESITA SER PROBADA!
¿A quién se le ocurrió tamaña ley?, ¿a qué insigne representante de nuestro
respetable Congreso de la República? Es decir, esta la Ley de la Revocatoria no
es una ley… es, lo reafirmo, un MAMARRACHO.
En
buen cristiano, es una ley muerta, vacía, sin fundamentos; sin ningún tipo de
sustento. No señala quiénes tienen derecho a revocar a una autoridad, por qué
causas o razones, bajo qué condiciones sí procede o no la solicitud de revocatoria.
Es decir, el ciudadano más corrupto y mafioso (llámese político, narcotraficante, asaltante,
secuestrador, asesino, etc.) del país –siempre
que no haya sido denunciado por alguien e inhabilitado para ello- puede
solicitarla, recolectar las 400 000 mil firmas sabe dios cómo (eso tampoco
importa), posiblemente regalando galletas, comprando firmas, inventándolas, o simplemente regalando plata a todos los
pobres diablos que no faltan en la gran ciudad y están dispuestos a colocar una sencilla firma a cambio de algo
de dinero, comestibles, o lo que sea, pero alguito… esto es, sin pensar en lo
que el revocador busca, sin importar mucho qué hará con esas firmas, para qué
las usará. Es exactamente esto lo que está pasando, ¿no?, ¿no les parece muy
real todo lo que vamos diciendo?, ¿No fue así cómo recolectaron todas esas
firmas?
Sin
lugar a dudas, es una Ley que se ha
creado “para combatir la corrupción”, para revocar a las malas autoridades que
ingresan al gobierno con la única intención de embolsillarse los millones de
millones de soles provenientes de las concesiones de empresas privadas, y, por
supuesto, de las arcas del patrimonio nacional... y, debido a cómo ha sido
planteada, se presta para el revanchismo, las vendettas políticas y las jugadas de poder. Naturalmente debe ser reformada. Debe
indicarse con toda claridad las restricciones del caso y todas las presiones necesarias
para evitar que esta historia tragicómica (espero no equivocarme) se vuelva a
repetir.
En
primer lugar, tendría que señalarse en
qué casos debe revocarse a una autoridad; luego, debe evaluarse la
solicitud de revocatoria para luego ser
aprobada o desaprobada por una comisión creada para el caso por las entidades
pertinentes; asimismo, debe estar restringida por ejemplo para
aquellas personas que buscan revocar a las autoridades por razones personales o
por intereses políticos, y para aquellas personas que no son idóneas, por
razones de corrupción, delincuencia y todo
tipo de infracción contra las leyes. De esta manera, se evitaría que se
lleve a cabo una revocatoria como la actual: avalada por la constitución pero
por razones personales y político-económicas de unos, por un lado, y por
capricho, oportunismo y beligerancia ideológica, por otro lado.
Dicho
todo esto, nos preguntamos cuáles son las causas para apoyar esta revocatoria.
La verdad es que no hay causas. Esta revocatoria
“solo se basa en
supuestos defectos que se le atribuyen a la alcaldesa Villarán pero que no han podido ser probados a
la fecha” (Augusto Álvarez Rodrich) y responde a los intereses
personales, a la ambición de poder y a las ganas por retornar al poder y al
oportunismo de Luis Castañeda Lossio, Alan García y ciertos empresarios
trasportistas y comercializadores de alimentos.
En suma, esta revocatoria es el resultado de las ansias de volver
al Municipio que tiene el exalcalde Luis
Castañeda, quien se aventuró a postular a la presidencia de la República y
perdió vergonzosamente las elecciones con una votación ínfima llegando a ocupar
el quinto lugar en las elecciones, y, hay que decirlo, las angurrias de su hoy despreciado y desprestigiado vocero
Marco Tulio Gutiérrez (todo esto lo sabemos gracias a las declaraciones propias
de ambos compinches y los TURBIO-AUDIOS), y, por último, al oportunismo y
pragmatismo del partido aprista, que atenta contra la institucionalidad
democrática y la ética. Todo esto es, señores, la pura “expresión de una intencionalidad subalterna para el reposicionamiento
político de Luis Castañeda y Alan García, el eventual triunfo del ‘Sí’
significaría un grave retroceso en la institucionalidad democrática del país”,
como bien señaló Augusto Álvarez Rodrich. ¿La vamos a apoyar sabiendo todo esto?,
¿Vamos a gastar millones de soles a causa de este mamarracho?
San Juan de Miraflores, 20 de febrero de 2013
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