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domingo, 24 de febrero de 2013 | By: Luis Alberto Medina Huamaní

ESE MAMARRACHO LLAMADO REVOCATORIA (I): EL CAMINO DEL PERDEDOR


LUIS ALBERTO MEDINA
Universidad Nacional Mayor de San Marcos
                                                 Universidad Nacional Federico Villarreal

A pocos días de la revocatoria, las encuestas demuestran dos bloques muy sólidos (duros) a favor y en contra. Esta situación de incertidumbre nos es preocupante, sobre todo a quienes nos oponemos rotundamente a este proceso de revocación que no tiene  pies, ni cabeza: por donde se le vea, es un sinsentido, un  mamarracho que  nació acéfalo. Es un aborto, un engendro de los intereses privados de uno y las aspiraciones políticas de otros; en suma: oportunismo, canallada política, canibalismo de la corruptela, clientelismo, emputecimiento de la institucionalidad democrática  y harta estupidez por parte que quienes la promueven y la defienden.

Los defensores de este acto de revocación  sostienen que es un derecho constitucional basado en la ley de la revocatoria (Ley de los Derechos de  Participación  y Control Ciudadanos,  Ley N° 26300), en cuyo Artículo 3º  se estipula que  “son derechos de control de los ciudadanos (…) la  Revocatoria de Autoridades, la Remoción de Autoridades; la Demanda de Rendición de Cuentas”  y otros mecanismos de control establecidos por la presente ley para el ámbito de los gobiernos municipales y regionales.

Este Ley de Revocatoria es un reverendo mamarracho, a la altura de nuestros “insignes” e “idóneos” congresistas. Tales afirmaciones no deben sorprender, para efectos de mayor credibilidad bastará con citar la ley de marras:   

DERECHOS DE CONTROL CIUDADANO

Artículo 20.- La Revocatoria es el derecho que tiene la ciudadanía para destituir de sus cargos a a) Alcaldes y Regidores; b) Autoridades regionales que provengan de elección popular... ¿y a los congresistas? Nada, ellos son intocables. 

Luego se añade allí, literalmente lo siguiente:

“La solicitud de revocatoria se refiere a una autoridad en particular, es fundamentada y no requiere ser probada. El Jurado Nacional de Elecciones, convoca a consulta, electoral la que se efectúa dentro de los 90 días siguientes de solicitada formalmente”.

¿Qué les parece esta “MAGNA” LEY, señores? La solicitud de revocatoria… es fundamentada y ¡NO NECESITA SER PROBADA! ¿A quién se le ocurrió tamaña ley?, ¿a qué insigne representante de nuestro respetable Congreso de la República? Es decir, esta la Ley de la Revocatoria no es una ley… es, lo reafirmo, un MAMARRACHO.  

En buen cristiano, es una ley muerta, vacía, sin fundamentos; sin ningún tipo de sustento. No señala quiénes tienen derecho a revocar a una autoridad, por qué causas o razones, bajo qué condiciones sí procede o no la solicitud de revocatoria. Es decir, el ciudadano más corrupto y mafioso  (llámese político, narcotraficante, asaltante, secuestrador, asesino, etc.)  del país –siempre que no haya sido denunciado por alguien e inhabilitado para ello- puede solicitarla, recolectar las 400 000 mil firmas sabe dios cómo (eso tampoco importa), posiblemente regalando galletas, comprando firmas, inventándolas,  o simplemente regalando plata a todos los pobres diablos que no faltan en la gran ciudad y están dispuestos  a colocar una sencilla firma a cambio de algo de dinero, comestibles, o lo que sea, pero alguito… esto es, sin pensar en lo que el revocador busca, sin importar mucho qué hará con esas firmas, para qué las usará. Es exactamente esto lo que está pasando, ¿no?, ¿no les parece muy real todo lo que vamos diciendo?, ¿No fue así cómo recolectaron todas esas firmas?

Sin lugar a dudas,  es una Ley que se ha creado “para combatir la corrupción”, para revocar a las malas autoridades que ingresan al gobierno con la única intención de embolsillarse los millones de millones de soles provenientes de las concesiones de empresas privadas, y, por supuesto, de las arcas del patrimonio nacional... y, debido a cómo ha sido planteada, se presta para el revanchismo, las vendettas políticas y las jugadas de poder.   Naturalmente debe ser reformada. Debe indicarse con toda claridad las restricciones del caso y todas las presiones necesarias para evitar que esta historia tragicómica (espero no equivocarme) se vuelva a repetir.   

En primer lugar, tendría que  señalarse en qué casos debe revocarse a una autoridad; luego, debe evaluarse la solicitud  de revocatoria para luego ser aprobada o desaprobada por una comisión creada para el caso por las entidades pertinentes; asimismo,   debe estar restringida por ejemplo para aquellas personas que buscan revocar a las autoridades por razones personales o por intereses políticos, y para aquellas personas que no son idóneas, por razones de corrupción, delincuencia y todo  tipo de infracción contra las leyes. De esta manera, se evitaría que se lleve a cabo una revocatoria como la actual: avalada por la constitución pero por razones personales y político-económicas de unos, por un lado, y por capricho, oportunismo y beligerancia ideológica, por otro lado.

Dicho todo esto, nos preguntamos cuáles son las causas para apoyar esta revocatoria. La verdad es que no hay causas.  Esta revocatoria “solo se basa en supuestos defectos que se le atribuyen a la alcaldesa  Villarán pero que no han podido ser probados a la fecha” (Augusto Álvarez Rodrich)  y responde a los intereses personales, a la ambición de poder y a las ganas por retornar al poder y al oportunismo de Luis Castañeda Lossio, Alan García y ciertos empresarios trasportistas y comercializadores de alimentos.

En suma, esta revocatoria es el resultado de las ansias de volver al Municipio que tiene  el exalcalde Luis Castañeda, quien se aventuró a postular a la presidencia de la República y perdió vergonzosamente las elecciones con una votación ínfima llegando a ocupar el quinto lugar en las elecciones, y, hay que decirlo, las angurrias  de su hoy despreciado y desprestigiado vocero Marco Tulio Gutiérrez (todo esto lo sabemos gracias a las declaraciones propias de ambos compinches y los TURBIO-AUDIOS), y, por último, al oportunismo y pragmatismo del partido aprista, que atenta contra la institucionalidad democrática y la ética. Todo esto es, señores, la pura “expresión de una intencionalidad subalterna para el reposicionamiento político de Luis Castañeda y Alan García, el eventual triunfo del ‘Sí’ significaría un grave retroceso en la institucionalidad democrática del país”, como bien señaló Augusto Álvarez Rodrich. ¿La vamos a apoyar sabiendo todo esto?, ¿Vamos a gastar millones de soles a causa de este mamarracho?

San Juan de Miraflores, 20 de febrero de 2013