Este es el año del centenario del nacimiento de José María Arguedas (Andahuaylas 1911 - Lima, 1969). Era nuestro deseo y clamor; era lo mejor y lo esperado; lo conveniete, lo oportuno y lo sensato, que el 2011 sea nombrado y recordado como el "Año del Centenario del Nacimiento de José María Arguedas"; sin embargo, y es una verdadera lástima decirlo, una vez se premia y se reconoce el saqueo, el oportunismo y la viveza del "descubridor" de Machu Picchu: Hiram Bingham. Machu Picchu es nuestro patrimonio, nuestro orgullo, un símbolo invaluable de la grandeza de nuestros antepasados; sin lugar a dudas; pero, a decir verdad, nada especial tiene que ver con el 2011.
Lo reitero: lo conveniente y lo más oportuno (por donde se le mire) era que el 2011 lleve el nombre de Arguedas; de esta manera no solamente honrábamos la memoria de uno de nuestros más ilustres personajes e intelectuales universalmente conocido y estudiado; sino que, además de ello, era una excelente oportunidad para difundir su pensamiento, su obra y su valor intelectual; perdimos una excelente oportunidad para hacer llegar su nombre a todos nuestros connacionales (hay una verdad inocultable: muchos ignoran quién es y cuál es su importancia en la tradición literaria y sobre todo en la formación intelectual, política, pedagógica, antropológica y cultural de una nación como la nuestra). Necesitamos de oportuniddaes como esta para repensarnos, reinventarnos y reconocernos como una nación heterogénea, multiligüe y pluricultural. Arguedas vivió, luchó y escribió por un Perú más justo, igualitario, inclusivo; vivió y sintió en sus venas y en su corazón la cultura y lengua quechua; denunció el maltrato, el racismo, la exlusión y el abuso sufrido por los indígenas: le debemos muchísimo a José María, "que con su obra novelística, cuentística, antropológica, folclórica y magisterial, contribuyó a la valoración artística y social de las comunidades indígenas quechuas `postradas por siglos en el país. Vivió y luchó, infatigable y proverbialmente “Por un Perú cargado de poderosa sabia, por estudiantes llenos de generosidad impaciente y por maestros verdaderos que obran con generosidad sabia
paciente” "
Me permito citar a la antropóloga Ruth Sady: “El 2011 no significa nada relacionado con la importancia de Machu Picchu. Hubiera preferido que sea el año de José María Arguedas, que realmente es un personaje simbólico que tiene un mensaje, un contenido y un significado muy importante para toda la generación actual y futura”, dijo a RPP Noticias.
Era una oportunidad para “Compartir, cohesionarnos, integrarnos todas las sangres y era el centenario de su nacimiento, entonces creo que debió haber un reconocimiento a él. Nosotros estábamos esperando que así ocurriera porque Arguedas es un personaje, un valor para nuestro país no solo de la literatura sino por su mensaje histórico”, agregó indignada; así lo creemos también, y así nos sentimos.
No es que se llore sobre la leche derramada (si me permiten usar este conocido refrán popular). Alzo mi voz de protesta; mi indignación no tiene límites: no puedo callar. No podemos ni debemos callarnos frente a semejante omisión; según parece voluntaria, calculada, muy bien pensada y planificada por el gobierno aprista. Pudo más el ego colosal de nuestro presidente; pudo más la frivolidad, la ignorancia y la estupidez de nuestros congresistas.
Ahora quedan las preguntas: ¿por qué esta omisión?, ¿por qué se nos niega tal derecho y reclamo?, ¿qué razones o impulsos extraños mueven a nuestros políticos a actuar así?
He aquí algunas razones o hipótesis, que no parecen ser ajenas a la verdad:
Veto a Arguedas y "ajuste" de cuentas: los congresistas apristas y los fujimoristas, apoyados por algunos congresistas de los llamados "tránsfugas", rechazaron designar el año 2011 con el nombre del centenario del nacimiento de José María Arguedas. En lugar de ello, y en primera instancia, prefirieron el más ridículo de los nombres: "Año de los submarinos", lo cual resulta absolutamente inútil y absurdo, además de ridículo, tras sucesivos gobiernos que mantienen en abandono a las Fuerzas Armadas: no olvidemos que ocupamos uno de los últimos lugares entre los países que tienen menos unidades de submarinos.
Luego decidieron por el nombre del centenario del descubrimiento de Machu Picchu, lo cual es más un homenaje a su "descubridor" norteamericano Hiram Bingham, antes que a la prodigiosa arquitectura incaica, conocida mucho antes que Hiram Bingham por los pobladores del lugar.
¿Cuál es la razón por la que "nuestros" parlamentarios hayan rechazado rendir homenaje a Arguedas? No sólo radica en el bajo nivel cultural de estos, sino se explica porque Arguedas conocía la mala entraña torcida del Partido Aprista e incluso los retrató y caricaturizó en sus novelas.
Esta otra hipótesis tampoco parace sacada de los cabellos: el ego colosal de nuestro presidente. La celebración será en grande en el santuario inca que ha atraído para la región de Cusco a un millón 550 mil turistas durante 2010. Según algunas fuentes turísticas, la ceremonia central del centenario será transmitida por televisión a todo el mundo y la iniciará el novelista Mario Vargas Llosa, quien en 2010 ganó el Premio Nobel de Literatura. Está prevista la asistencia del presidente García -quien ese mes terminará su mandato- y la de gobernantes extranjeros invitados, así como la de centenares de periodistas y habrá una gran demostración de folclor andino. Serán invitadas celebridades como los cantantes de rock Sting, Paul McCartney y Bono y diez nietos de Hiram Bingham, siendo posible que cante Juan Diego Flórez, el famoso intérprete peruano de ópera.
EN CONCLUSIÓN, el mandatario que se perfila hacia el 2016 quiere despedirse a lo "grande" con una festividad internacional, ostentosa y muldialmente transmitida. No nos oponemos a la festividad en sí misma, sino a cómo y para qué fines se pretende utilizar. ¿Será esta la verdadera razón por la que el nombre de Arguedas ha sido desplazado? Piensen y saquen sus propias concluiones.
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