Puede ser peor, ah
Por Augusto Álvarez Rodrich
alvarezrodrich@larepublica.com.pe
La preocupante conformación del próximo Congreso.
Ninguna agrupación logrará la votación suficiente para conformar una mayoría, por lo que el próximo Congreso tendría unos siete partidos sin un liderazgo. Pero el riesgo principal no es que sea fragmentado sino, incluso, más mediocre y corrupto que el actual.
La preocupación por dicha posibilidad es manifiesta. El presidente de Confiep, Ricardo Briceño, acaba de exhortar a los partidos a que evalúen “con lupa” a sus postulantes al Congreso y les ha recomendado hacer suya la operación ‘Lupita contra la corrupción’ que promueve Proética con el fin de promover la transparencia de las candidaturas.
Es comprensible que al sector empresarial le preocupe un deterioro mayor del Parlamento. Primero, por los torpedos que puedan salir desde la Plaza Bolívar para la estabilidad económica. Segundo, por la corrupción para promover, detener o cambiar una ley. Tercero, porque el Congreso es necesario para la aprobación de reformas clave que están pendientes en áreas como educación, salud, seguridad o justicia.
Salvo algunas pocas agrupaciones políticas que, al menos, están expresando la voluntad de realizar un reclutamiento responsable en sus listas de postulantes, lo visto hasta el momento hace pensar lo peor, es decir, que la conformación se haga con tal precariedad que el resultado sea, entre 2011 y 2016, un Congreso más mediocre y corrupto que el que ahora tenemos. Esto no sería una sorpresa pues, durante las últimas dos décadas, cada nuevo Parlamento ha sido peor que el previo.
Los criterios que, lamentablemente, utilizan varios partidos para conformar sus listas de candidatos son los siguientes:
1. Lealtad al líder. Antes que la capacidad de contribuir al diseño de políticas públicas, se pone en la balanza la disposición incondicional para obedecer, en todo, todo, todo al jefe.
2. Vil metal. El aporte económico para una campaña suele ser un factor decisivo en la selección de candidatos. Hay partidos que reservan sitios en la lista para estos mecenas y ni les preguntan de dónde sale la plata. Esto les permite a algunos lobistas inescrupulosos poner a representantes suyos en el Congreso para cumplir sus órdenes. También, al narcotráfico.
3. Lazos familiares. Regalarle una curul a la parentela para resolverle necesidades económicas es lo más frecuente.
4. Imanes de votos. Se busca artistas, deportistas o cualquier persona con fama y notoriedad para atraer votantes sin perjuicio de que no tengan la menor idea de qué es, ni dónde queda, el Congreso.
Con criterios como esos a nadie debiera sorprender el riesgo de que el próximo Congreso sea, incluso, peor que el actual. Es decir, menos eficiente, más mediocre, menos inteligente, más corrupto. Aunque usted no lo crea.
FUENTE: La República
http://www.larepublica.pe/19-01-2011/puede-ser-peor-ah
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