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martes, 27 de octubre de 2009 | By: Luis Alberto Medina Huamaní

DIAPOSITIVAS PARA PROYECTAR EN CLASE

Les dejo la siguiente dirección web para que puedan utilizar (alumnos, profesores y demás visitantes). Encontrarás gráficos realizados en PowerPoint , con animaciones, y todos los temas que corresponden al curso de Lenguaje.

Para mayor aprovechamiento y para hacer justicia hay que agradecer infinitamente al autor de la página, cuya dirección la escribo a continuación, y anexo sus propias notas:

http://personal.telefonica.terra.es/web/apuntesasr/graficos.htm

http://personal.telefonica.terra.es/web/apuntesasr/index.htm

ALUMNOS:
En esta página encontraréis todo el material necesario para mi asignatura: apuntes, ejercicios, gráficos proyectados en clase, modelos de exámenes e, incluso, las obras literarias de lectura obligatoria. Una vez que localicéis lo que necesitáis, podéis guardarlo y modificarlo tanto como sea necesario para adaptarlo a vuestra manera de estudiar. Espero que la página os sea útil.

PROFESORES Cuando se publicó por primera vez, esta página pretendía sólo atender las necesidades de los alumnos del Instituto Santa Catalina de Alejandría de Jaén; no obstante, parece que algunos profesores de otros centros la están considerando útil para sus clases. El autor se siente muy honrado y agradecido con ello y pone todos sus materiales a disposición del que los quiera utilizar; ruega únicamente que no se elimine su nombre y sus enlaces antes de imprimir los apuntes o proyectar los gráficos. En la dirección que figura abajo se atenderán cuantas sugerencias y correcciones se estimen oportunas.


Otros visitantes
Ésta no es una página destinada a navegantes ajenos a mis clases. No obstante, si algún curioso cae por aquí, le ruego que me envíe un correo con su opinión o sugerencias a la dirección (...): sancho1@mixmail.com

jueves, 8 de octubre de 2009 | By: Luis Alberto Medina Huamaní

NO TE SALVES - Mario Benedetti


No te quedes inmóvil
al borde del camino
no congeles el júbilo
no quieras con desgana
no te salves ahora
ni nunca
no te salves
no te llenes de calma
no reserves del mundo
sólo un rincón tranquilo
no dejes caer los párpados
pesados como juicios
no te quedes sin labios
no te duermas sin sueño
no te pienses sin sangre
no te juzgues sin tiempo

pero si pese a todo
no puedes evitarlo
y congelas el júbilo
y quieres con desgana
y te salvas ahora
y te llenas de calma
y reservas del mundo
sólo un rincón tranquilo
y dejas caer los párpados
pesados como juicios
y te secas sin labios
y te duermes sin sueño
y te piensas sin sangre
y te juzgas sin tiempo
y te quedas inmóvilal borde del camino
y te salvas
entonces
no te quedes conmigo.

ROSTRO DE VOS- Mario Benedetti



Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.
Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.


Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.


Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.
jueves, 1 de octubre de 2009 | By: Luis Alberto Medina Huamaní

EL CÁNTARO ROTO - Octavio paz


La mirada interior se despliega y un mundo de vértigo y llama nace
bajo la frente del que sueña:
soles azules, verdes remolinos, picos de luz que abren astros como granadas,
tornasol solitario, ojo de oro girando en el centro de una explanada calcinada,
bosques de cristal de sonido, bosques de ecos y respuestas y ondas, diálogo de
transparencias,
¡viento, galope de agua entre los muros interminables de una garganta de azabache,
caballo, cometa, cohete que se clava justo en el corazón de la noche, plumas, surtidores,
plumas, súbito florecer de las antorchas, velas, alas, invasión de lo blanco,
pájaros de las islas cantando bajo la frente del que sueña!



Abrí los ojos, los alcé hasta el cielo y vi cómo la noche se cubría de estrellas.
¡Islas vivas, brazaletes de islas llameantes, piedras ardiendo,
respirando, racimos de piedras vivas,
cuánta fuente, qué claridades, qué cabelleras sobre una espalda oscura,
cuánto río allá arriba, y ese sonar remoto de agua junto al fuego, de luz contra
la sombra!
Harpas, jardines de harpas. Pero a mi lado no había nadie.
Sólo el llano: cactus, huizaches, piedras enormes que estallan bajo el sol.
No cantaba el grillo,
había un vago olor a cal y semillas quemadas,
las calles del poblado eran arroyos secos
y el aire se habría roto en mil pedazos si alguien hubiese gritado: ¿quién vive?
Cerros pelados, volcán frío, piedra y jadeo bajo tanto esplendor, sequía, sabor
de polvo, rumor de pies descalzos sobre el polvo,
¡y el pirú en medio del llano como un
surtidor petrificado!



Dime, sequía, dime, tierra quemada, tierra de huesos remolidos, dime, luna
agónica,
¿no hay agua,
hay sólo sangre, sólo hay polvo, sólo pisadas de pies desnudos sobre la espina,
sólo andrajos y comida de insectos y sopor bajo el mediodía impío como un
cacique de oro?
¿No hay relinchos de caballos a la orilla del río, entre las grandes piedras
redondas y relucientes,
en el remanso, bajo la luz verde de las hojas y los gritos de los hombres y las
mujeres bahándose al alba?
El dios-maíz, el dios-flor, el dios-agua, el dios-sangre, la Virgen,
¿todos se han muerto, se han ido, cántaros rotos al borde de la fuente cegada?
¿Sólo está vivo el sapo,
sólo reluce y brilla en la noche de México el sapo verduzco,
sólo el cacique gordo de Cempoala es inmortal?


Tendido al pie del divino árbol de jade regado con sangre, mientras dos
esclavos jóvenes lo abanican,
en los días de las grandes procesiones al frente del pueblo, apoyado en la cruz:
arma y bastón,
en traje de batalla, el esculpido rostro de silex aspirando como un incienso
precioso el humo de los fusilamientos,
los fines de semana en su casa blindada junto al mar, al lado de su querida
cubierta de joyas de gas neón,
¿sólo el sapo es inmortal?


He aquí a la rabia verde y fría y a su cola de navajas y vidrio cortado,
he aqui al perro y a su aullido sarnoso,
al maguey taciturno, al nopal y al candelabro erizados, he aquí a la flor que
sangra y hace sangrar,
la flor de inexorable y tajante geometría como un delicado instrumento de
tortura,
he aquí a la noche de dientes largos y mirada filosa, la noche que desuella con
un pedernal invisible,
oye a los dientes chocar uno contra otro,
oye a los huesos machacando a los huesos,
al tambor de piel humana golpeado por el fémur,
al tambor del pecho golpeado por el talón rabioso,
al tam-tam de los tímpanos golpeados por el sol delirante,
he aqui al polvo que se levanta como un rey amarillo y todo lo descuaja y danza
solitario y se derrumba
como un árbol al que de pronto se le han secado las raíces, como una torre que
cae de un solo tajo,
he aquí al hombre que cae y se levanta y come polvo y se arrastra,
al insecto humano que perfora la piedra y perfora los siglos y carcome la luz,
he aquí a la piedra rota, al hombre roto, a la luz rota.


¿Abrir los ojos o cerrarlos, todo es igual?
Castillos interiores que incendia el pensamiento porque otro más puro se
levante, sólo fulgor y llama,
semilla de la imagen que crece hasta ser árbol y hace estallar el cráneo,
palabra que busca unos labios que la digan,
sobre la antigua fuente humana cayeron grandes piedras,
hay siglos de piedras, años de losas, minutos espesores sobre la fuente
humana.


Dime, sequía, piedra pulida por el tiempo sin dientes,
por el hambre sin dientes, polvo molido por dientes que son siglos, por siglos que son hambres, dime, cántaro roto caído en el polvo, dime,
¿la luz nace frotando hueso contra hueso, hombre contra hombre, hambre
contra hambre,
hasta que surja al fin la chispa, el grito, la palabra,
hasta que brote al fin el agua y crezca el árbol de anchas hojas de turquesa?



Hay que dormir con los ojos abiertos, hay que soñar con las manos,
soñemos sueños activos de río buscando su cauce, sueños de sol soñando sus
mundos,
hay que soñar en voz alta, hay que cantar hasta que el canto eche raíces,
tronco, ramas, pájaros, astros,
cantar hasta que el sueño engendre y brote del costado del dormido la espiga
roja de la resurrección,
el agua de la mujer, el manantial para beber y mirarse y reconocerse y
recobrarse,
el manantial para saberse hombre, el agua que habla a solas en la noche y nos
llama con nuestro nombre,
el manantial de las palabras para decir yo, tú, él, nosotros, bajo el gran árbol
viviente estatua de la lluvia,
para decir los pronombres hermosos y reconocernos y ser fieles a nuestros
nombres
hay que soñar hacia atrás, hacia la fuente, hay que remar siglos arriba,
más allá de la infancia, más allá del comienzo, más allá de las aguas del
bautismo,
echar abajo las paredes entre el hombre y el hombre, juntar de nuevo lo que
fue separado,
vida y muerte no son mundos contrarios, somos un solo tallo con dos flores
gemelas,
hay que desenterrar la palabra perdida, soñar hacia
dentro y también hacia afuera,
descifrar el tatuaje de la noche y mirar cara a cara al mediodía y arrancarle su
máscara,
bañarse en luz solar y comer los frutos nocturnos, deletrear la escritura del
astro y la del río,
recordar lo que dicen la sangre y la marea, la tierra y el cuerpo, volver al punto
de partida,
ni adentro ni afuera, ni arriba ni abajo, al cruce de caminos, adonde empiezan
los caminos,
porque la luz canta con un rumor de agua, con un rumor de follaje canta el agua
y el alba está cargada de frutos, el día y la noche reconciliados fluyen como un
río manso,
el día y la noche se acarician largamente como un hombre y una mujer
enamorados,
como un solo río interminable bajo arcos de siglos fluyen las estaciones y los
hombres,
hacia allá, al centro vivo del origen, más allá de fin y comienzo.
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Poemas de Octavio Paz
Poemas del Alma
http://poderato.com/isaiasgarde/audiotextos/paz-el-c-ntaro-roto