Y… ¿dónde está el Lobo?
El 2006 se eligió a Alan García presidente de la República, para evitar el gobierno de un Ollanta Humala muy radical para los gustos contemporáneos de ciertos sectores. Dicho de una manera más directa, sin eufemismos: quienes votaron por Alan García creían haber salvado al Perú y a la democracia de un gobierno humalista. La historia ha dado un giro: el lobo que tanto intentaron evitar -orquestando una guerra sucia de desprestigio, manipulación y odios- está ahora en el gobierno. ¿Y el cataclismo político-económico que anunciaron? Nada ha ocurrido que lamentar; por el contrario hay signos positivos de voluntad y decisión, al menos en ciertos asuntos neurálgicos de la campaña presidencial.
Quienes se rasgaban las vestiduras y echaban el grito al cielo, los alarmistas, antichavistas, etc., se muestran prudentes y hasta entusiastas en su mayoría; la prensa derechista, y la misma derecha cavernaria y recalcitrante -anticuada como ninguna- se muestra con prudencia… ¿Qué ha ocurrido que les ha hecho cambiar de actitud? ¿Por cuánto tiempo? No lo sabemos. Ya saldrán y soltarán a sus pasquines. Mientras tanto, intentemos un recuento de lo bueno, lo malo y lo feo: a treinta días del gobierno, ya podemos hacer algún balance, aún con el riesgo de apresurar opiniones.
LO BUENO: El milagro, o los milagros tienen fecha y nombre propios: el gobierno que tanto temían se va conduciendo con moderación, prudencia y cautela. Ha dado muestras de buena voluntad y decisión política para cumplir con los compromisos ideados en la Hoja de Ruta. La presentación del programa de gobierno ante el Congreso por el gabinete Lerner ha sido aceptada, aplaudida por casi todos los sectores (a excepción, claro está, de los 33 congresistas fujimoristas que se abstuvieron de voto y opinión… ). No es para menos. La aprobación de la Ley de la Consulta Previa a las comunidades campesinas y amazónicas es una muestra de esa buena voluntad política que exigían las poblaciones más afectadas, víctimas del anterior gobierno proempresarial de Alan García. El gravamen sobre las utilidades extraordinarias que permitirá recaudar 3 mil millones de soles anuales extras es un gran logro: producto de la capacidad negociadora y asertiva del gabinete Lerner: todos estamos de acuerdo.
La meta original era lograr que las empresas mineras paguen 5 mil millones de soles anuales: no se logró, pero vaya que es un avance: un gran salto hacia el futuro. Estos recursos extras en la caja fiscal servirán para llevar a cabo los programas sociales (lucha contra la pobreza, la desnutrición, el crimen organizado, etc.). Estos avances significativos muestran cómo el Estado puede ejercer su función reguladora y fiscalizadora (no solo para “pasar el sombrero” a las empresas privadas). Con voluntad y decisión política, el crecimiento económico y el cambio con inclusión social en beneficio de las mayorías serán posibles. El gobierno debe ejercer su función de gobernante. Sigamos por ese camino.
Fuente: Ministerio de Energía y Minas |
Por otro lado, tendremos el dinero, pero no hay aún propuestas claras, detalles de en qué y cómo se invertirá este dinero. Necesitamos, entonces, reformas, soluciones: no asistencialismo: solo así se podrá lograr un cambio institucional: un estado eficiente, autosuficiente y solvente; donde haya justicia social, equidad, educación de calidad, etc. Se debe trabajar por lograr un Estado que genere confianza, que goce de solvencia y se caracterice por su eficiencia. ¿Se invertirá en ciencia y tecnología? Faltan reformas en materia de educación, economía, justicia, seguridad nacional, salud; lucha contra la corrupción y el crimen organizado… Al respecto se ha dicho solo algunas frases y cifras demagógicas: ninguna propuesta clara… Tendremos los fondos, y ahora… ¿qué hacemos? ¿Cómo lo hacemos? Tarea para todos.
LO FEO: La inseguridad en el país es un asunto que preocupa y va en aumento. El gobierno de Alan García obtuvo muchos ceros de nota, pues se dedicó a desfilar para las tribunas y las cámaras, a favor de la empresa privada; antes que trabajar en función de las necesidades de las mayorías, en lugar de luchar contra el lastre social llamado inseguridad y delincuencia. Pasó el sombrero a las sobreganancias mineras, para ello ideó el Óbolo Voluntario, con lo cual logró recaudar menos de 3 mil millones de soles en cinco años (hoy se recaudará 3 mil millones de oles anuales y 15 mil millones de soles al finalizar el lustro). ¿Se imaginan cuántos hospitales, escuelas, carreteras, trenes… cuánto se hubiese avanzado en materia de inversiones e inclusión social con esa cantidad de dinero? … Pero no, en el gobierno alanista, había que pasarle paño y sombrero a los empresarios que eran intocables, no se les podía espantar con impuestos, ni mucho menos con renegociaciones… que se espantaría las inversiones privadas, y el Perú "avanzaba"...Don Alan se burló así de los ciudadanos, de las mayorías (ciudadanos de segunda categoría); para engrosar sus arcas... Nos dejó en cambio, el Cristo de lo Robado, el Tren inconcluso, baguazos, chalazos, arequipazos, etc. Durante su gobierno, el perro del hortelano tenía la culpa de todo y el perro del neoliberalismo se paseaba con los empresarios, a sus anchas, arrastrando su colosal ego...
Por otro lado, Alejandro Toledo dio un salto al vacío al no saber hacer una campaña convincente, llena de reformas claras y precisiones en materia de justicia, inclusión social, seguridad. Cayó, por el contrario, en los dimes y diretes y pecó de soberbia… ahora está casi despintada su presencia en el gobierno.
Finalmente, y en resumidas cuentas, a treinta días de gobierno, ya podemos decir que se nos intentó imponer, en primer lugar, un gobierno ppkcista (seguramente diez veces más proempresarial que Alan García, lo que hubiese significado más conflictos sociales); y como no se pudo (ni con la cogida de genitales para el “sube, sube, PPK”), se nos intentó imponer un gobierno fujimorista, neoliberal y ultraderechista (con todo lo que implica y lo que significó el fujimorato para el país y el mundo: seguramente hoy el chino y sus compinches ya estuviesen libres): nos alegramos de que no sea así.
Por último, alguien tendría que preguntarle al ex presidente de la República, ¿por qué las muertes de Bagua, Chala, Tía María, Puno, por mencionar algunos casos? Habría que preguntarle, ¿qué opina de este logro del gobierno actual que a él nunca le interesó?: señor ex presidente de la República: la plata no viene sola, se negocia, se consigue, se busca, se logra; pero para eso se necesita voluntad y decisión política.