¿Realidad o ficción? Por un lado, según la realizadora, Claudia Llosa, compatriota nuestra, es una ficción que nada tiene que ver con la realidad (en efecto, en el imaginario de la gente andina dicha creencia no existe... es ajena totalmente a su cosmovisión), pero que está inspirada en las personas que sufrieron directamente el trauma de la violencia política en el Perú:
“La teta asustada no es una creencia, es una enfermedad, una antigua enfermedad. Se contagia a través de la leche materna de las mujeres que fueron violadas durante la gestación y la lactancia. Sus hijos se infectarán de manera irremediable de ese silencioso terror. Fausta (Magaly Solier) lo tiene. Ella sufre de un miedo atávico que la invade por completo. Y más, guarda un secreto que no quiere ni puede revelar. Pero debe cumplir una promesa: llevar a su madre a su pueblo natal. Y para hacerlo debe encontrar la salida del laberinto que está dentro y fuera de ella”
Por otro lado, estaría la visión eurocentrista: El discurso subyacente -es decir, el mensaje oculto, implícito- que aborda la realizadora Claudia Llosa, sería el siguiente: En el Perú hay dos grupos de personas: por un lado, está la gente civilizada, que tiene acceso a la cultura occidental y a la modernidad; por el otro lado, está la gente provinciana, "la cholada", ese grupo mayoritario que es el Perú de hoy, que es incivilizada, ignorante, salvaje o bárbara; llena de traumas, miedos, supersticiones y creencias absurdas... Según esto, para el europeo sería la representación de la realidad tal cual: un producto exótico digno de ser visto, obsevado y estudiado.
Podríamos hecer todo un ensayo sobre el porqué fue premiada La teta asustada con el Oso de Oro. Cabrían, entonces, las preguntas: ¿fue premiada porque es una excelente película que ha cautivado a propios y ajenos; y, sobre todo, al jurado? ¿ O lo fue porque es un producto exótico y grotesco, que muestra al hombre peruano, a los cholos, ignorantes y salvajes, llenos de miedo, traumas y supersticiones?
El consejo: vean la película.
Nota: no pretendemos mal juzgar la producción de Claudia Llosa, sino emitir un comentario desde una perspectiva crítica.