"Te quiero, amor, te quiero y te pienso...
porque eres linda desde el pie
hasta el alma,
porque eres buena desde el alma a mí,
porque eres mejor y
más bella que todas tus imágenes"
(M.Benedetti)
I
Le hablas a la noche, niña.
Y la noche confabula con tus sueños:
estrellas de mar, castillos de marfil
torres de fuego, primaveras de espejos
soles azules y verdes caracoles.
Le hablas al viento, niña.
Y el viento respira tu cuerpo
y acaricia tu piel dorada,
tus muslos de seda
y acaricia tu sexo húmedo
y el viento silba y las nubes emergen de las montañas
y se arrastran.
Le hablas al silencio, niña.
Y el silencio es una piedra alada
que cae y se hace polvo y se dispersa
y una llama mana de tu vientre
y te invade y consume tu sexo y consume tu piel.
Le hablas al agua, niña.
Y el agua te envuelve y dibujas en ella
con tu cuerpo soleado
siluetas de marfil
como una sirena que canta y me engatusa
y escribes tu nombre y escribes mi nombre
y me llamas y siento tu cuerpo
y dibujo con las manos tu silueta nacarada.
Le hablas a los árboles, niña.
y las hojas bailan al son de tus labios
y se dispersan y te piensas y respiras.
II
La noche te escucha, niña.
Y el viento silba
Y el fuego te consume
Y las piedras crujen
Y el agua susurra
Y los árboles te llaman.
Corres entre los árboles, niña.
Y te escondes y te pierdes
Y me llamas
Te busco y te pienso, niña.
Y llamo y corro y caigo
y al no encontrar respuesta,
les pregunto a los árboles
y apago la llama y consumo el agua
y tengo una soledad que pesa en el alma
y, triste, llamo a la puerta
y mi voz se marchita
y oigo tu voz
Entonces, niña,
vuelvo a salir de tu piel y tus alas y tu vientre
y miro tus ojos y miro tu sexo y te siento
y acaricio tus labios y beso tu boca
y te encuentro, niña,
y la llama te consume y consume mi piel
y siento tus muslos y tu pubis y tu sexo
y tu cuerpo y mi cuerpo
sangre con sangre
respiración contra respiración
átomo contra átomo
cuerpo de piel y de fuego
agua de cristal
agua de mar y remolino
agua de manantial
agua de conchas y caracoles azules
manantial que mana de tu cuerpo oculto
cuerpo de hojas y de musgo.
Luis A. Medina